El volante dice que le costó adaptarse a la U, que necesitó sentirse querido antes de empezar a destacar y que mantiene una Biblia en su pieza. "Para mí la religión es esencial", cuenta.

Luis Pedro Figueroa es un tipo muy espiritual. Sin ir más lejos, en su pieza tiene guardada una Biblia a la que consulta regularmente. "FigueJ" se leía en su espalda cuando defendía a Universidad de Concepción. La "J" viene de Jesús.

-¿De dónde viene esa relación tan cercana con la religión?

"Es de familia. Gracias a mi familia que tengo presente eso, que para mí es lo más importante y lo más sagrado que tengo. De ahí en adelante es trabajo no más".

-¿Cómo lo vive?

"Es algo interno más que nada. Tengo mis cosas en mi pieza, como mi Biblia, y trato de manejarlo. Quizás me mando cagadas igual que los otros, pero tener a Dios me ha ayudado mucho en mi carrera y eso es esencial".

Está viviendo un presente feliz. A pesar de que la U no ha brillado, "Figue" es uno de sus puntos altos, lo que incluso le valió ser llamado a la selección por Nelson Acosta.

-¿Por qué le costó tanto tomar protagonismo en la U?

"Siempre tuve la confianza y la fe de que volvería a jugar como lo hice en la U. de Conce. Llegué jugando bien a la U, pero por una serie de lesiones me costó entrar en el equipo, tomar un buen nivel y eso en su momento hasta me quitó las ganas de jugar al fútbol".

-¿Tanto así como no querer jugar más?

"Sí, porque veía también que estaba jugando bien, que había mejorado después de un comienzo malo, y tampoco tenía la oportunidad. Agradezco ese momento malo. Estaba muy acostumbrado a tener un buen nivel o estar siempre jugando. Eso me sirvió para madurar y tomar conciencia de que en el fútbol nadie tiene su puesto asegurado".

-¿Conversó el tema con Héctor Pinto, su técnico de entonces?

"No. Él me dijo que quería que tuviera más confianza, pero fueron otros temas los que se me fueron acumulando. La lesión, el estado de ánimo... No tengo ningún problema con el "profe" y agradezco que me haya traído. Ahora recuerdo eso y me sirvió".

-¿Y cuál era el problema, entonces?

"Sabía que llegar a la U iba a ser complicado, porque el puesto hay que ganárselo en la semana, y fue muy fuerte no ser citado. Estaba acostumbrado a otra cosa, jugar hasta en la selección también. Hoy, cada entrenamiento y cada partido los tomo como si fueran el último".

-Pese a ese mal segundo semestre de 2005, igual jugó la final con la Católica. ¿Ahí vino el cambio?

"Me ayudó, pero igual encontré ilógico no estar citado en el torneo y en parte de los playoffs, y llegar a la final a jugar. Lo asumí así. Por suerte después llegó un cuerpo técnico que me apoyó y por suerte también me han salido bien las cosas y me siento con el respaldo de la gente y de mis compañeros, lo que es vital".

-¿Hubo que hacer un plan especial a principios de año para usted?

"Lo del trabajo físico y el fútbol no eran problemas. El gran tema era levantarme sicológicamente. Y eso se hizo. Lo conversó conmigo el "profe" Huerta y por suerte se trató bien. Me levantaron sicológicamente. Estaba muy bajoneado por no haber jugado mucho; era volver de nuevo a retomar mi nivel. Por suerte ahora lo hice con fuerza".

-¿Necesitaba sentirse querido?

"Sí, porque siempre me he querido sentir parte importante de un plantel, entrar en el juego de un equipo, y eso es fundamental para un jugador. No se trata de ser capitán ni estar hablando, a lo mejor, pero en el juego uno siempre quiere sentirse importante y querido también por los compañeros. Por suerte ahora eso lo he logrado y es cuando mejor he andado".

-Al equipo le sigue costando...

"Sí, pero es por todos los problemas que hemos tenido. No soy de los tipos que dan excusas o quiere buscarle el motivo a todo esto, como para sacarnos la presión, pero la quiebra provocó problemas de plata, que nos iban a descontar del sueldo, y eso nos fue sacando mucho del tema principal. Fuimos perdiendo partidos que no deberíamos haber perdido. Ahora nos estamos lamentando. Y resulta que ahora estamos en la tabla general donde la U nunca debería estar y en un grupo muy ajustado. Hay que estar metido, tratar de sacar adelante los encuentros que nos faltan y llegar a los playoffs con muchas ganas".

-¿Le afectó asumir casi como el vocero de sus compañeros en los primeros días de la sindicatura?

"Nosotros no entendimos, o en su momento el síndico no lo explicó bien. Hubo mucho malentendido, se nos tocaba nuestra plata, entonces fueron momentos demasiado exigentes para uno como futbolista, porque uno debería estar preocupado sólo de jugar y no de cosas externas. Por suerte se logró llegar a acuerdo y se terminó bien. Entendimos que el trabajo del síndico es hacer lo justo y necesario para sacar adelante a la U, que es lo principal. Nosotros tenemos que andar bien en la cancha para que la U también tenga beneficios".

-Estuvo a punto de ir a México a mitad de temporada. ¿No lo frustró eso?

"Si hubiese estado en otro equipo me habría afectado mucho, a pesar de que desde la U. de Conce que vengo con posibles salidas al extranjero y siempre llegaban a mal término. Ahora era una opción clara, pero no se pudo llegar a concretar. Tomé la decisión de seguir jugando bien, porque si seguía así se podrían abrir muchas más puertas".

-Pero se quería ir...

"Me gustaría salir. Me siento con la madurez necesaria para hacer un buen papel afuera, pero igual es un asunto que tomo con calma. Siempre he dicho que lo que venga se lo dejo a Dios. Yo espero aportar con buen fútbol y ganas no más".

CARIÑOS

"No se trata de ser capitán ni estar hablando, pero en el juego uno siempre quiere sentirse importante y querido por los compañeros".

"Nelson Acosta debe seguir"

Figueroa recuerda que Juvenal Olmos ya lo había nominado a la Roja.

"Fue para algunos amistosos y nunca jugué de titular. Estuve esperando esta oportunidad. A lo mejor cuando no me llamaban, quien tenía que hacerlo no encontraba que fuera oportuno o que no sería el aporte necesario. Ahora que me llamaron lo hice bien. Tengo que seguir aprovechando mis oportunidades", confiesa.

-¿El llamado vino en el momento justo?

"Sí, porque vienen las eliminatorias. Lo importante es que la selección pueda pasar el mal momento que ha vivido. Ojalá que los que estemos pensemos positivo y dejemos de lado intereses personales que sólo llevan a ser egoístas y pretender figurar solos. La selección es de todos y sólo pensando así la vamos a sacar adelante".

-¿Acosta debe seguir?

"Sí. Hay un grupo bien consolidado con él y se siente cómodo. Hablo por lo que vi. Todo el plantel habla de la confianza que se tiene con él. Ojalá se tome la decisión correcta".